Web Oficial de Catit

  1. Mi Gato
Sep. 8, 2022

A los gatos no les gustan los cambios

Tener un bebé conlleva muchos cambios, tanto para ti como para tu gato. Tu felino tendrá que acostumbrarse de repente a nuevos sonidos, nuevos olores, nuevos objetos en la casa y, probablemente, a una rutina completamente nueva. Los gatos son animales de costumbres, y mientras algunos pueden encontrar en el pequeño humano una adición divertida a la casa, otros pueden ser más reticentes. Por eso, tomarse las cosas con calma es la clave para tener un gatito feliz.

Introduce los muebles con antelación

Tener un bebé implica adquirir un montón de artículos nuevos, incluyendo piezas de mobiliario como una minicuna, una cuna o un cuco y tal vez una habitación entera que se renueva. Coloca cualquier mueble del bebé en su lugar definitivo con bastante antelación para que tu gato se acostumbre a ellos. Eso sí, no permitas que tu gato se meta en los muebles a los que ya no podrá acceder una vez que haya llegado el bebé.

Introduce furniture ahead of time

Deja que tu gato reciba al bebé

Presenta al recién nacido a tu gato en una habitación tranquila, preferiblemente una en la que el gato no esté a menudo. De este modo, no verá al recién nacido como un intruso en su territorio. Una vez que hayas encontrado el lugar perfecto, deja que tu gato se acerque y olfatee al bebé. La mayoría de los gatos olfatean al pequeño durante un rato y luego se alejan. Esto es una buena señal, ya que significa que tu gato no ve a tu bebé como una amenaza.

No obligues a tu gato a interactuar con el recién nacido

Los gatos necesitan algo de tiempo para acostumbrarse a las cosas nuevas, así que no les obligues a pasar tiempo con tu bebé. Deja que tu gato se acerque al pequeño cuando él quiera. Eso sí, asegúrate de no dejar nunca al gato con el recién nacido sin vigilancia. Los bebés son suaves y cálidos, por lo que son perfectos compañeros de siesta para los gatos. Aunque parezca muy bonito, tu gato podría asfixiar accidentalmente a tu bebé con sus pelusas. Una malla protectora encima de la cuna o una puerta mosquitera que dé acceso a la habitación del bebé podrían permitirte oír y ver a tu pequeño mientras lo mantienes protegido de tu gato dormilón.

Don’t force your cat to interact with the newborn